jueves, 5 de julio de 2012


Introducción


El bullying es una forma de agresión bastante peligrosa que se da en la mayoría de los casos en los niños .  Dan Olweus, un psicólogo noruego interesado en el tema, decidió investigar sobre el hostigamiento y al encontrar una gran cantidad de suicidios como consecuencia de estos actos agresivos, empezó a escribir e informar sobre las causas y efectos de este problema. (Furlong, Soliz, Simental, & Greif, 2004).

Es importante tomar conciencia de la existencia de estas situaciones de conflicto que se dan entre los niños y niñas, sobretodo en ámbitos escolares. Estos actos no solo alteran la convivencia y resienten el clima escolar como lo refieren algunos autores, sino que además “las consecuencias de una conducta agresiva y discriminatoria sobre las personas e incluso sobre quienes la ejecutan tienen consecuencias muy graves, más aún cuando ocurren a edad temprana, dejando secuelas para toda la vida.” (Oliveros, & Col, 2008, p.218). Si bien la ocurrencia de estos actos disminuye mientras los alumnos van creciendo, uno puede encontrar
estos casos hasta en el último año escolar, y aún hasta en chicos más grandes.



Diversos estudios demuestran que es en el campo escolar donde ocurren más incidentes de bullying. “El colegio es una institución que vela por la socialización de sus educandos, permanente formación en valores los que se transformarán en hábitos de vida, donde el maestro debe estar imbuido de mística y aportar elementos positivos para la formación integral de los alumnos, desterrando todo tipo de abuso o acoso, fortaleciendo el respeto, tolerancia y asertividad”. (Oliveros, & Col, 2008, p.218).


Sin embargo, en muchas escuelas esto no sucede. Los profesores no le dan la debida importancia, así como tampoco los tutores o psicólogos de la institución, y justamente todos estos “juegan un rol en la etiología de los problemas de conducta escolares”.


El objetivo de este trabajo es darle pautas al docente y guiarlo para que este sepa cómo debe de prevenir, detectar, intervenir y delegar, en caso sea necesario, un problema de bullying en su salón.


De esta manera, los docentes deben de propiciar un clima positivo en el aula, deben de ser amigos de los alumnos, conocer sus personalidades, no solo ser profesor dentro de la clase sino afuera también. Todo esto va a permitir al docente prevenir, detectar e intervenir de manera adecuada en una situación de bullying.

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